lunes, 6 de septiembre de 2010

He decidido escribir hoy para curarme, intentar encontrarme siendome sincera.

Vivo en un constante desequilibrio, ahuyentando las buenas oportunidades, matandome por las malas decisiones.
El pasado rompió el tratado de paz, como casi siempre, y ha vuelto para perjudicarme, no dejarme seguir. Siempre haciendo ruido.
Supongo que la solución es el perdón, perdonarme por lo que hice mal o por lo que nunca hice.
Destapar la herida para curarla bien.
Porque sigo sangrando, aunque siempre he sido buena en el arte de disimular, siempre me mentí a mi misma, y ya ven el resultado, sólo sirvió para retrasar este momento.
Me equivoqué, no quiero borrarlo todo, ni ignorarlo, sé de algunas cosas que merecen ser recordadas ...me dieron la vida, aunque luego me la quitaron.
He vivido en una mente de cartón y siempre llovía. Siempre acababa mojada con mis pensamientos al lado.
Pero ya basta, en serio, cansa.
Si mi vida es así, es porque así lo he querido, todo está bajo mi responsbilidad, soy mi única dueña.
A partir de ahora darme un tiempo es la ley, dejar cicatrizar las heridas de un pasado no muy lejano y esforzarme porque no me queden marcas en la piel del alma. Luchar por mi, por ser quien quiero ser, por hacer lo que quiero hacer, sin barreras. Quitarme esas barreras que me autoimpongo a modo de salvavidas y dejarme de tonterías. Aceptar que hay cosas que por mucho que lo intente no podré controlar, afrontar el futuro con sinceridad y dejarme fluir con las situaciones, no forzar nada, y dejar que salga solo, todo.

Lo que deba llegar que bienvenido sea.

jueves, 2 de septiembre de 2010

La mejor manera de no sentir que te faltan cosas, es ignorar que puedes tenerlas.

La mejor manera de no sentir dolor, es olvidar que existe.