Entre el sí, el no, la duda y el gris.

No soy ni un duro ni un mierda. Trato de no alimentar
fantasías para evitar momentos desagradables.
Martín (Hache).

Éste tipo de situaciones se dan cuando te percatas de algo que nunca se ha ido, o mejor aún, cuando recuerdas una sensación que ya habías sentido, creías olvidada y resurge.

Sensaciones que entre tanta desilusión, ilusionan, pero te crean la duda y por un sí o por un no, las dejas pasar. Aprendes  a vivir con ellas, porque siempre se ha oído que es mejor curar en salud.

Que si los nombro, mis fantasmas se hacen más grandes.

Que si la vida siguió, con sentido o sin él, fue porque quisiste, fue porque quise.

Coelho

"Y de esta manera seguiré siendo lo que soy y lo que me gusta ser: una sorpresa permanente para mí mismo. Este yo que no fue criado ni por mi padre, ni por mi madre, ni por mi escuela, sino por todo aquello que he vivido hasta hoy, que olvidé repentinamente y que estoy descubriendo de nuevo.".

El espacio vacío de mis estanterías lo acabé llenando con fotos, con recuerdos, con un viaje a la India, con una casa en la playa, y con todo aquello que quiero hacer en mi vida.

Y ahora todo está mucho mejor.

Amélie

"La suerte es como el Tour de Francia. Lo esperamos durante mucho tiempo, pero pasa rápido. Cuando el momento llega, hay que saltar la barrera sin vacilar."

Por la noche.

Parece que estoy cuerda, hasta que muerdo.

Capuccino vienés.

Mi linea.

Ya tengo la capacidad de decidir por mí y, si me equivoco, cargar con mi cruz.

Tras haber pasado un tiempo no tan bueno como hubiese gustado, una persona reflexiona, analiza y actúa en consecuencia. Es lo que hecho yo.

He pasado por dos meses en los cuales me equivoqué casi constantemente, me alejé de mi meta y me olvidé de lo verdaderamente importante dándole demasiado margen al error.

Me he fallado y he fracasado en mi única obligación.

Es ahora cuando me acuerdo de mi hermana mayor, mi ejemplo a seguir, y de una de las metáforas que le planteaba a una antigua alumna suya.
Le decía: “Tu vida es como una línea. Naces y es perfecta, totalmente vertical. Según avanzas en tu camino cometes errores, errores que te hacen crecer o que inclinan la línea.”

Durante éste tiempo vi la línea muy pegada al suelo y me asusté, también es cierto que soy algo melodramática y que me tomo las cosas muy a la tremenda, pero el hecho de verme con la soga al cuello me hizo reflexionar y salvar la situación como pude.

Me olvidé de lo importante para mí.

Lo peor que le puede pasar a una persona es perderse a sí misma, olvidarse de sus sueños y metas e inclinar su línea.