Hay un momento en la vida de cada persona en el cual adviertes que nada es como fue, y nada será como pensaste. La vida es un largo camino en el que suceden muchas cosas decisivas para una persona, las cosas cambian, el tiempo pasa y a veces te quedas parado sin percatarte de ello, normalmente cuando te quieres dar cuenta ya es demasiado tarde y te has quedado atrás.
La sensación es la de sentir que las cosas pasan muy adelantadas en el tiempo, que las haces porque te toca, pero realmente no lo sientes así. Hay momentos en los que no estás preparado para dar la cara frente al mundo real y te entra el miedo.
La sensación es la de sentir que las cosas pasan muy adelantadas en el tiempo, que las haces porque te toca, pero realmente no lo sientes así. Hay momentos en los que no estás preparado para dar la cara frente al mundo real y te entra el miedo.
Con esto no quiero decir que lo que te haya pasado sea muy bueno y lo que te espera sea una desgracia, por lo que dije antes de “nada será como pensaste”, puede ser mucho mejor de lo esperado y eso te sorprenda gratamente, pero igualmente te cuesta creerlo.
También creo que el tiempo está sobrevalorado. Vivimos pendientes del reloj: “me faltan tres días para el examen”, “tengo que entregar esto antes de tal fecha”, “por fin, la semana que viene hay puente…” como dijo mi madre una vez, así no vivimos.
La vida es aquello que pasa mientras esperamos.
Si el momento en el que adviertes el cambio es un síntoma claro de madurez y de hacerte mayor…
Yo que era feliz con mi soldado de plomo y mi globo....
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